
No creo que exista alguien que no haya sufrido al menos de quemaduras de piel por el sol... y no se diga por los que están cerca de una cocina, fogata, encendedores, juegos artificiales, incendios, y demás. Muchas tristes historias se cuentan sobre las quemaduras en niños y en adultos, pero que en algunos casos, podemos hacer mucho por la persona que sufre de estas, en menor o mayor grado. Veremos qué hacer y no hacer en estos caso. Acompáñenme y permítanme guiarles en este tema que podría salvar su vida y la de sus seres queridos.