miércoles, 22 de abril de 2009

Dolor de hombro - Sindrome de hombro doloroso


La inflamación de los músculos o tendones que el hombro utiliza para sus movimientos es la causa más común de dolor. Si nosotros intentamos movilizar nuestro hombro, utilizándolo como punto de apoyo para mover nuestra extremidad superior, no tendremos problemas cuando no hay afección de alguna de las estructuras, pero cuando las hay, el dolor impide actividades que van desde cepillarse los dientes hasta rascarse la espalda.


Pareciera que este problema no es común, sin embargo, es uno de los dolores osteomusculares más comunes en nuestro medio. Causa de consulta al especialista por la incomodidad y dificultad para realizar incluso la actividad diaria. Veremos a continuación un poco de anatomía básica, cómo se puede dar este problema, cómo detectar su gravedad, y cuándo consulta con el especialista indicado.

La articulación del hombro, médicamente es una de las más complejas, y el especialista que evalúa esta área es el ortopeda. Hay una sub especialización de los mismos ortopedas en hombro, así como hay para mano, pie y otros. Esta articulación tiene su complejidad especial, y que observaremos. Desde el punto de vista práctico, no me sirve que conozcan los nombres de inserciones, músculos o huesos, por el momento nos centraremos en los movimientos que el hombro realiza en la vida diaria, laboral y de ejercicios para la aplicación objetiva de esta información.



Las causas más comunes de su aparecimiento son es esfuerzo físico al levantar algo a alguien, el trauma y procesos inflamatorios articulares asociados a cualquier enfermedad que afecta los tejidos llamados conectivos. Madres, padres, recogedores de basura, los que realizan mudanzas, levantamiento de pesas, baloncesto, beisball y toda actividad que involucra el movimiento del hombro pueden provocar una ruptura mínima o significativa de los tendones del hombro. Provocando un daño que si lo dejamos pasar, pueda requerir cirugía, y no sólo fisioterapia.

Iniciemos, le describiré algunos de los movimientos habituales que nos deberían alertar en un problema del hombro, ya sea tendinosa, muscular o neurológica (que sin duda alguna, cuando lo tiene, duele). Movilidad activa son los movimientos que nosotros hacemos a voluntad, movilidad pasiva son los movimientos que el examinador realiza sin ninguna resistencia de la persona examinada, movilidad contra resistencia es aquella que realiza la persona a voluntad y el examinador hace resistencia para evitarla. Veamos.
  1. Movilidad activa, pasiva y contra resistencia sin provocar dolor, no hay alteración o enfermedad al momento, y puede ser, si hay dolor aún, que sea un dolor que se le llama referido (se origina en otro sitio que no es donde provoca dolor).
  2. Movilidad activa limitada, y pasiva sin anormalidades y sin dolor, puede haber problema de debilidad muscular o alteración neurológica.
  3. Movilidad activa limitada que provoca dolor y pasiva con o sin dolor, puede haber alteración tendinosa o inflamación articular.
  4. Movilidad activa limitada dolorosa, y con pasiva limitada y dolorosa asociada a trauma, traduce un probable problema de luxación o fractura.
Ahora vamos a otras más específicas que nos orientan lesiones localizadas:
  1. Intente rascarse la espalda con el codo hacia arriba, y luego con el codo hacia abajo. Dolor en esta maniobra traduce problema en el manguito rotador (sitio donde se inserta un grupo específico de músculos).

  2. Lleva su mano derecha a tocarse la espalda izquierda, pasando su extremidad por delante del codo. La misma maniobra con la izquierda hacia su contra lado. Si provoca dolor, hay un problema con la estructura llamada tendón supra espinoso.

Y vamos a continuar en la siguiente entrega, espero contar con ustedes, y esta información sea útil y difundida por la red. Para la siguiente entrega, continuaremos con otros movimientos que nos ayuden a detectar problemas en el hombro, y continuaremos con su prevención y tratamiento. Hasta la próxima.




martes, 14 de abril de 2009

Lumbago, lumbalgia ó dolor de espalda [concluyendo]


Ya está clara la forma en que puede producirse este problema, como detectarlo, y cuando acudir con premura al médico para un tratamiento adecuado. Bien, cuáles son las alternativas con las que se cuenta, y cuándo hay que pensar en procedimientos invasivos que nos lleven con el neurocirujano. Veamos...

Iniciemos con lo que se considera un tratamiento adecuado de la lumbalgia ó lumbago. Es necesario definir que cuando se habla de cronicidad, hablamos de un dolor que no cede por más de 6 semanas, con o sin tratamiento. Es decir, que agudo, no significa la intensidad o magnitud del dolor, sino su tiempo de aparición.

Podemos hacer otra diferenciación según la forma o mecanismo en que se produce, o llamado también el mecanismo por el que se da el dolor lumbar. Este es por efecto mecánico, inflamatorio o compresivo. A qué corresponde, y por qué es necesario saberlo. Pues según se evolución, cronicidad y mecanismo de producción, será el tratamiento más conveniente para cada caso.

Inicialmente, todo tratamiento para el lumbago, debe de llevar por lo menos tres vías de acción, que consisten en:
  1. Medicamentos analgésicos y relajantes musculares.
  2. Reposo muscular y óseo (huesos).
  3. Fisioterapia (En casa y con fisioterapista).
Nunca recomendaré o estaré a favor de la automedicación. No estoy medicando a través de internet, ni quiero que se vuelvan recetadores a través de esta información. Lo que quiero transmitirles, es que deben ser medicados por un doctor competente y de su confianza antes que por ustedes mismos.


Los analgésicos que habitualmente se encuentran en las farmacias (no en todos los países) son los llamados Anti Inflamatorios No Esteroideos (AINE`s), y son los más comunes el Diclofenac, Piroxican, Ibuprofeno, Indometacina, Ketorolaco, Meloxican, y otros de la misma familia. Todos pueden ayudar en un caso agudo, pero de todos, el que recomiendo usar es el meloxican (Mobicox), que es el que a través del tiempo ha demostrado mejor tolerancia gástrica y renal.

Los relajantes musculares, también conocidos como miorrelajantes, principalmente son la Orfenadrina y el Metocarbamol. Otros más potentes, no los recomiendo inicialmente, pues afectan la actividad diaria y laboral en buena parte de los pacientes que lo reciben.

El reposo es parte importantísima, pues, de no hacerlo, como tenemos por costumbre, lo que haremos será dañar más las fibras musculares y tendinosas que están inflamadas, rotas o lastimadas. El verdadero problema de la automedicación llega a su punto más crítico aquí, pues habitualmente no tenemos tiempo para consulta al médico por el trabajo, la distancia, los costos, y otros pretextos conocidos. Los medicamentos alivian en buena parte el dolor, que nos permite seguir realizando la actividad que nos impedía hacer. Pero el cuerpo lo que estaba haciendo con este dolor, era proteger las estructuras dañadas de seguirse dañando. Al automedicarse, y no reposar, perpetuamos y aumentamos el daño, que obliga sin ningún retraso a consultar a un médico, que debe vérselas con al alivio de un dolor casi intratable (bien, ya me desahogué, sigamos).

La Fisioterapia es el pilar más fuerte de estos tres principios de tratamiento. En una ocasión, un residente a mi cargo fue reprendido por un colega no afín a la especialidad de cirugía, y que le indicó que no se mandará al paciente a fisioterapia por un simple dolor de espalda. El problema era que la causa del dolor debía ser tratada por fisioterapia. El mal uso de la espalda requiere educación, y a esto, los fisioterapistas le llaman "Higiene de la espalda". Sin el adecuado entrenamiento para la utilización de la espalda en la vida diaria y laboral, estaríamos, como pasa hoy, consultando y buscando en internet continuamente un remedio para que ya no nos dé este dolor.


Esta fisioterapia se divide por lo tanto en educacional y terapéutica; que a su vez se realiza con el terapista y en casa por nuestra cuenta. El fisioterapista nos pondrá calor por masajes, compresas frías y electroestimulación, pero como esto no lo tenemos en casa, lo que hacemos es un buen masaje por alguien de la casa, y compresas de agua tibia. El calor relaja y quita el dolor, favoreciendo a las fibras musculares y tendinosas su recuperación más rápida. 15 a 20 minutos 2 veces al día será suficiente, por 5 a 7 días, mientras inicia su fisioterapia formalmente.

Si después de que usted ha recibido por lo menos 5 días de tratamiento adecuado, como lo hemos descrito en todo lo anterior, y no mejora, consulta a un especialista, en este caso con el Fisiatra o con el Neurocirujano, quienes evaluarán pruebas más específicas para detectar el problema, y que quizá requiera otros métodos terapéuticos intrahospitalarios.

No me queda más por agregar. Sólo que espero sus preguntas y comentarios, que enriquecerían, como en los temas de dolor abdominal y hematuria, para que otros que tiene las mismas dudas que ustedes, puedan ser informados de las alternativas de tratamiento según el caso. Hasta la próxima. El siguiente tema a tratar será el dolor en la columna cervical, o dolor de cuello. Hasta pronto.




sábado, 4 de abril de 2009

Lumbago, lumbalgia o dolor de espalda [cont...]


Continuamos con el dolor lumbar, seguimos respondiéndonos preguntas que nos hacemos y deseamos hacer a todo médico cuando padecemos de este problema. Y seguimos con la siguientes.

¿Sólo problemas en la columna pueden ocasionar el dolor de espalda? No, pero hay que diferenciarlas da las más comunes y que no suelen ser diagnosticadas adecuadamente. Están por ejemplo los problemas renales, que se acompañan no solo de dolor de columna, sino también de dolor en la región costal al lado de la columna, acompañado de ardor al orinar y fiebre. En las embarazada, muchas confusiones pueden darse debido al desconocimiento de la anatomía, y es porque a medida que el útero crece, este, que a su vez está sostenido por ligamentos que mantienen en su lugar a este útero, y que al aumentar el peso, jalan sus inserciones, en este caso la columna lumbar y el sacro. Hay un caso especial, pero muy raro que se presente solo, el cual es cuando exìsten cálculos en la vía biliar fuera de la vesícula, y que se manifiesta en la espalda, por el medio.



¿Qué síntomas acompañantes del dolor lumbar deben ser tomados en cuenta? Si el dolor es adecuadamente tratado, debe de ceder en no más de 7 días, pero si estos están asociados, es decir, que se acompañan además de adormecimiento o sensación de hormigueo en la piel de los muslos o los glúteos (nalgas), dolor como alfileres que se clavan en la cara posterior del muslo o a su lado externo, disminución de la fuerza de las extremidades inferiores, o que no cede con un tratamiento adecuado, debe consultar inmediatamente para reevaluar su tratamiento. Todo lo mencionado puede estar relacionado a compresión de alguna raíz nerviosa o hernia de discos intervertebrales.

¿Se deben tomar radiografías cuando hay lumbalgia? No, pues el tratamiento del lumbago no es radioterapia, y este, aunque es una herramienta diagnóstica, se reserva para los problemas relacionados con traumas (golpes) de columna, caídas que provoquen dolor lumbar, sospecha de hernia discal o cuando no hay mejoría con un tratamiento adecuado. No recomiendo autorecetarse una radiografía, permita que un médico le examine e indique lo que sea necesario para ayudar a su recuperación.


¿Qué debo tomar en cuenta para cuando consulte con un médico? Cuándo inició el dolor, y el evento o situación que ocasiona, o que se relaciona con su inicio. Su intensidad, duración y momentos en que calma o desaparece, y cuando reaparece. Qué otros síntomas (lo que usted siente) lo acompañan, nauseas, fiebre, posición que mantiene para evitar dolor (posición antálgica). Zonas que abarca y su migración (irradiación), de donde a donde ha notado que se extiede, y si hay alteraciones de la sensibilidad, del movimiento voluntario o de la fuerza muscular de las extremidades. Parece difícil, pero son aspectos importantes para poder determinar el origen, y así su pronta recuperación.

Suficiente por el momento, seguiremos explorando algunas de las causas específicas en las siguientes entregas, y podremos ver qué hacer y no hacer durante un episodio de lumbalgia. Hasta la próxima.




Embarazo, apendicitis y cálculos en la vesícula biliar

  NUEVA YORK (Reuters Health) - Un estudio demuestra que las embarazadas no corren más riesgo de desarrollar una infección u otra compli...