martes, 14 de abril de 2009

Lumbago, lumbalgia ó dolor de espalda [concluyendo]


Ya está clara la forma en que puede producirse este problema, como detectarlo, y cuando acudir con premura al médico para un tratamiento adecuado. Bien, cuáles son las alternativas con las que se cuenta, y cuándo hay que pensar en procedimientos invasivos que nos lleven con el neurocirujano. Veamos...

Iniciemos con lo que se considera un tratamiento adecuado de la lumbalgia ó lumbago. Es necesario definir que cuando se habla de cronicidad, hablamos de un dolor que no cede por más de 6 semanas, con o sin tratamiento. Es decir, que agudo, no significa la intensidad o magnitud del dolor, sino su tiempo de aparición.

Podemos hacer otra diferenciación según la forma o mecanismo en que se produce, o llamado también el mecanismo por el que se da el dolor lumbar. Este es por efecto mecánico, inflamatorio o compresivo. A qué corresponde, y por qué es necesario saberlo. Pues según se evolución, cronicidad y mecanismo de producción, será el tratamiento más conveniente para cada caso.

Inicialmente, todo tratamiento para el lumbago, debe de llevar por lo menos tres vías de acción, que consisten en:
  1. Medicamentos analgésicos y relajantes musculares.
  2. Reposo muscular y óseo (huesos).
  3. Fisioterapia (En casa y con fisioterapista).
Nunca recomendaré o estaré a favor de la automedicación. No estoy medicando a través de internet, ni quiero que se vuelvan recetadores a través de esta información. Lo que quiero transmitirles, es que deben ser medicados por un doctor competente y de su confianza antes que por ustedes mismos.


Los analgésicos que habitualmente se encuentran en las farmacias (no en todos los países) son los llamados Anti Inflamatorios No Esteroideos (AINE`s), y son los más comunes el Diclofenac, Piroxican, Ibuprofeno, Indometacina, Ketorolaco, Meloxican, y otros de la misma familia. Todos pueden ayudar en un caso agudo, pero de todos, el que recomiendo usar es el meloxican (Mobicox), que es el que a través del tiempo ha demostrado mejor tolerancia gástrica y renal.

Los relajantes musculares, también conocidos como miorrelajantes, principalmente son la Orfenadrina y el Metocarbamol. Otros más potentes, no los recomiendo inicialmente, pues afectan la actividad diaria y laboral en buena parte de los pacientes que lo reciben.

El reposo es parte importantísima, pues, de no hacerlo, como tenemos por costumbre, lo que haremos será dañar más las fibras musculares y tendinosas que están inflamadas, rotas o lastimadas. El verdadero problema de la automedicación llega a su punto más crítico aquí, pues habitualmente no tenemos tiempo para consulta al médico por el trabajo, la distancia, los costos, y otros pretextos conocidos. Los medicamentos alivian en buena parte el dolor, que nos permite seguir realizando la actividad que nos impedía hacer. Pero el cuerpo lo que estaba haciendo con este dolor, era proteger las estructuras dañadas de seguirse dañando. Al automedicarse, y no reposar, perpetuamos y aumentamos el daño, que obliga sin ningún retraso a consultar a un médico, que debe vérselas con al alivio de un dolor casi intratable (bien, ya me desahogué, sigamos).

La Fisioterapia es el pilar más fuerte de estos tres principios de tratamiento. En una ocasión, un residente a mi cargo fue reprendido por un colega no afín a la especialidad de cirugía, y que le indicó que no se mandará al paciente a fisioterapia por un simple dolor de espalda. El problema era que la causa del dolor debía ser tratada por fisioterapia. El mal uso de la espalda requiere educación, y a esto, los fisioterapistas le llaman "Higiene de la espalda". Sin el adecuado entrenamiento para la utilización de la espalda en la vida diaria y laboral, estaríamos, como pasa hoy, consultando y buscando en internet continuamente un remedio para que ya no nos dé este dolor.


Esta fisioterapia se divide por lo tanto en educacional y terapéutica; que a su vez se realiza con el terapista y en casa por nuestra cuenta. El fisioterapista nos pondrá calor por masajes, compresas frías y electroestimulación, pero como esto no lo tenemos en casa, lo que hacemos es un buen masaje por alguien de la casa, y compresas de agua tibia. El calor relaja y quita el dolor, favoreciendo a las fibras musculares y tendinosas su recuperación más rápida. 15 a 20 minutos 2 veces al día será suficiente, por 5 a 7 días, mientras inicia su fisioterapia formalmente.

Si después de que usted ha recibido por lo menos 5 días de tratamiento adecuado, como lo hemos descrito en todo lo anterior, y no mejora, consulta a un especialista, en este caso con el Fisiatra o con el Neurocirujano, quienes evaluarán pruebas más específicas para detectar el problema, y que quizá requiera otros métodos terapéuticos intrahospitalarios.

No me queda más por agregar. Sólo que espero sus preguntas y comentarios, que enriquecerían, como en los temas de dolor abdominal y hematuria, para que otros que tiene las mismas dudas que ustedes, puedan ser informados de las alternativas de tratamiento según el caso. Hasta la próxima. El siguiente tema a tratar será el dolor en la columna cervical, o dolor de cuello. Hasta pronto.




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