lunes, 15 de junio de 2009

Síndrome de codo doloroso o dolor de codo


Esta articulación es muy móvil y se utiliza de forma constante, lo que hace que la alteración de su función sea muy evidente y moleste mucho al paciente. La articulación del codo, formada por tres huesos (el húmero, el cúbito y el radio), así como sus estructuras vecinas, son causa frecuente de dolor.



El húmero es el hueso que se encuentra en nuestro brazo, aclarando que inmediatamente al hombro es el brazo, luego el antebrazo y por último la mano. Algunas veces la gente confunde el antebrazo con el brazo. Para que sea sencillo recordar cual es el radio sólo debemos ver nuestras palmas de las manos, y recordar que el hueso del radia está del lado del pulgar, y el cúbito con el meñique.

Muchas estructuras del codo están protegidas por bolsas de tejido fibroso y firme, que son responsables de muchos procesos inflamatorios de larga duración. El Nervio Cubital trascurre por una corredera, precisamente del lado más cerca del cuerpo, y su afectación puede producir sensaciones como alteraciones de la sensibilidad, hormigueos, calambres, acorchamiento, etc. en el dedo meñique y anular de la mano.

Si estas sensaciones (parestesias ó adormecimiento, también lo conocen en algunas partes como sensación de "hormigueo") se mantienen durante un tiempo, puede sumarse una clara debilidad al flexionar el meñique.

El dolor en el codo puede ser consecuencia de:

  1. Problemas a nivel de columna cervical baja (C6-C7), como por ejemplo, una hernia discal. Las lesiones del hombro y las de la muñeca, también pueden repercutir en el codo o ser incluso su síntoma más evidente. En los casos de dolor referido (que no se origina propiamente en el codo, sino en otra parte), los movimientos del codo, ya sean pasivos (en reposo y realizados por el examinador) o activos (los que el paciente realiza a voluntad), no producirán más dolor.
  2. Enfermedades inflamatorias pueden afectar esta articulación y no puede descartarse que una artritis exclusivamente en el codo sea el primer signo de una artritis más generalizada, pero lo más frecuente es que el problema tenga relación con las partes blandas de la articulación y sea localizada. La artritis del codo cursa casi siempre con una clara imposibilidad para la extensión completa.
  3. Las bursitis, o inflamaciones de las cápsulas que envuelven la articulación, son frecuentes, sobre todo la que corresponde al olécranon (es el punto que apoyamos en la mesa al colocar el codo), ubicada posterior. Se puede observar una tumefacción o engrosamiento sobre dicha estructura anatómica. La movilidad está conservada.
La afectación más frecuente en el codo es la epicondilitis o “codo del tenista“. Lesión del tendón común de los músculos extensores o Codo del tenista lateral o Epicondilitis lateral. Lesión del tendón común de los músculos flexores o Codo del tenista medial o Codo del golfista, o Epicondilitis medial, aunque se produce mayoritariamente en personas que no juegan al tenis, pero que hacen movimientos de repetición, sobre todo de giro del antebrazo o extensión de la muñeca.

Y para todos aquellos que no practicamos tenis ni golf, y que estamos afectados por la edad y el tipo de trabajo, están los dolores que se producen por traumas directos, fisuras resultantes de esto golpes, desgaste de las carillas articulares entre huesos (artrosis), inflamaciones (artritis), y posterior a fracturas, donde se ha mantenido el codo en un ángulo de 90 grados, y que es imposible al inicio extender el codo debido al dolor o la anquílosis (congelamiento de la articulación). Aunque el movimiento es doloroso, no debe existir limitación del mismo, pero en la práctica a veces así sucede.

Los tratamientos son antiinflamatorios, aplicados de forma tópica (pomadas o geles) u oral, acupuntura, Fisioterapia, Kinesiología, etc. También existe la infiltración local con esteroides y anestésicos, en el punto de máximo dolor. El efecto de la infiltración parece ser mayor si se acompaña de la utilización de ortesis (como una simple cincha con correa) para mantener el reposo de la articulación.

Qué hacer inicialmente al tener o que alguien que apreciamos padece de dolor en su o sus codos. Inicialmente es averiguar si este aparece sin causa traumática (golpes, extensión o flexión extremas y forzadas), si no es por trauma, hay que consultar con el ortopeda y evaluarse con una radiagrafía en las proyecciones AP (anteroposterior) y lateral del codo afectado. Este es el especialista que al final determina su tratamiento o su derivación al reumatólogo si fuera necesario.



Lo segundo por hacer independientemente de la causa, es inmovilizar la articulación en cuestión, y esto se hace con un cabestrillo, veamos el gráfico arriba para observar la sencillez que lleva el realizarlo.

Cuando esto se ha realizado, es necesario que consulte con un médico de confianza, el cual indagará en las causas probables, y derivar al especialista correspondiente en pro de ayudarle a tener una cura, y no sólo un alivio transitorio en su padecimiento. Usted puede leer todo lo que quiera sobre su problema, pero sólo un médico entrenado puede llegar a un diagnóstico válido para iniciar un tratamiento adecuado. Insisto en esto: ¡¡¡ NO SE AUTO MEDIQUE !!! su salud corre peligro si practica esta conducta.
Si tiene alguna duda o consulta, haga clic aquí, y le atenderé personalmente.
 
Me es necesario mencionarles casos en los cuales algunas personas piensan que ir a un "sobador" o "quinesiólogo" es suficiente. El problema es que estos no son médicos, y el tipo de terapia que ofrecen pueda conllevar desde fracturas hasta lesiones nerviosas que afectan trabajo y vida diaria.



Si usted ha sido operado de su codo, y sufriera dolor posterior al procedimiento, y no cesa o se agrava con un trauma en el mismo codo, consulte con el especialista que le operó, con ningún otro.



Si usted ha sufrido un trauma que le ha provocado deformidad e imposibilidad de movimiento del codo, consulte inmediatamente a una unidad de emergencia, trate de inmovilizar siempre antes de dirigirse o dirigir a la persona a un centro asistencial.



Puede ser que lo que ocurrió no fue una fractura, sino una separación de las caras articulares, y pérdida de su continuidad, lo que se llama luxación o lujación del codo, donde puede o no tener fractura. Inmovilice, no intente regresar la articulación a su normalidad a menos que sea un médico, y trasládese o traslade a la persona a un centro asistencial lo más pronto posible.



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